Manuel Neila: 40 formas de nombrar al aforismo

 



Para Umberto Eco, el aforismo es una de las cosas más difíciles de definir. George Steiner insiste en la misma idea. Estas “cuarenta formas de llamar al aforismo” son la prueba, acaso innecesaria, de que ambos estaban en lo cierto.


Aforismo: canto rodado, saeta verbal, máxima mínima, pensamiento sentiente, pensamiento errático, idea pulida. 


   
[Novalis lo denomina polen; Ramón, greguería, y René Char, hoja de Hypnos].


Aforismo: relámpago en la tormenta, brasa en la hoguera, huella en la arena, grieta en la conciencia, aguja en el pajar.


[Cohete, para Baudelaire; dardo,  para Nietzsche, y pecio, para Ferlosio].

 

Aforismo: brizna de pensamiento, esquirla de sentimiento, pisada de paloma, tesela de sentido, enunciado para aprender de corazón.


[Antonio Porchia lo denomina voz, Louis Scutenaire, inscripción, y Malcolm de Chazal, sentido-plástico].


Aforismo: copo de nieve que provoca un alud, línea de fuga, ráfaga de aire puro contra la idiotez maloliente, punto de convergencia.


[Pensamiento estrangulado, para Cioran; pensamiento repentino, para André Siniavski, y pensamiento despeinado, para Stanislaw Jerzy Lec].


Aforismo: el ¡ay! de las cosas, enunciado cum grano salis, haiku en prosa, sentencia con aguijón, gota de agua que colma el vaso. 


[José Bergamín lo denomina idea liebre; Carlos Edmundo de Ory, aerolito, y Cristóbal Serra, nótula].


Aforismo: enunciado discordante formulado con agudeza y arte de ingenio.




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